viernes, 18 de junio de 2010

A mi viejo

A veces se hace difícil recordar cuántos meses, cuántos años...
A veces parece que fue ayer, otras que hace más de mil años...
A veces se me borra tu imagen y otras recuerdo perfectamente tus facciones, tus manos...
6 años pueden no ser mucho o pueden ser un mundo.
En 6 años una o muchas vidas cambian: Se caen los dientes, se crece, salen canas, terminan el colegio, ganan torneos, terminan carreras, se concretan sueños, se enferman, se curan, se cambia de trabajo, se forman familias, se encuentra el amor, se lo pierde, algunos vuelven, otros se van.
En 6 años te necesité muchas veces...
En 6 años te hice preguntas y otras tantas te supliqué en silencio, te soñé otras pocas, te vi en las calles en rostros ajenos, te pensé en el tiempo, imaginé como cambiarías con el correr de los días, te lloré infinidad y claro cada día pensé y pienso en esos momentos "especiales"en los que no voy a tenerte...
En 6 años aprendí a vivir con tu ausencia, a cambiar regalos por flores, a charlar con vos en mi mente y en mi corazón, a marcar fechas en el almanaque de la vida, a visitarte y tirarme en el pasto, a repasar tu nombre con mis dedos.
Aprendí, que el tiempo no siempre ayuda al olvido...
En 6 años te escribí una canción, miles de cartas, palabras que nunca te dije fueron dejadas en un papel junto con algunas lágrimas.
En 6 años repasé todos esos momentos felices, algunos como: acostarnos a leer el diario juntos y que me rasques hasta dormirme, nuestras apuestas por los Boca - River, aquella vez que "me olvidaste en la plaza", las charlas en la camioneta, tus ataques de risa casi asmáticos, cuando bailabas en el comedor, cuando te llevabas a tus nietos al campo para que los corran los teros, la primera vez que me fuiste a buscar al "boliche" y le preguntaste al de la puerta por mi, los abrazos en los momentos difíciles, cuando tomaste mi mano y prometiste que ya no iba a doler, cuando arreglábamos las lamparitas para el arbolito, la vez que pintaste las rejas de casa de un naranja horrible y te obligamos a sacarlo, o aquella otra que lloraste de emoción en mi fiesta de egresada...
En 6 años te las ingeniaste para "hacernos saber" que estabas bien... la última vez mandaste teros para que nos corran como en los viejos tiempos... y entre lágrimas y risa te sentimos con nosotros.
En 6 años el amor no cambió porque es sabido que el amor no entiende ni de tiempos ni distancias.
Te gustaban muchas canciones y hoy me quedo y te regalo una, esa que hace que cada vez que la escucho, el cielo baje hasta mi... y cuando el cielo está ahí, cerquita, yo estiro las manos para tomar las tuyas...
Feliz día Papá!
Te amo.

miércoles, 2 de junio de 2010

SALVAME

Vengo de una semana movida y sigo en carrera...
Carrera a los confines del mal humor, la bipolaridad, el enfuriamiento...
Tengo la cabeza a mil por hora... (ya les contaré más adelante)
Mañana la operan a la Ña, la melliza de la Tuky.
La Ña es mi madrina y mi segunda madre por adopción mutua (hace más de 15 años vivo con ella y el Gordo) (otro tema para desarrollar, la familia "normal" que tengo)
La cosa es que ando nerviosa, con miedo, un poco de angustia, otro tanto de desconcierto, estado de ánimo cambiante y por momentos solo quiero gritar:
SALVAME!
No se si va dirigido a un príncipe desteñido...
No sé si a una / un amiga /o...
No sé si a él para que mínimo me hable y me diga que todo va a estar bien aunque no lo sepa...
No sé si a un extraño
No sé...
Pero por momentos quisiera irme lejos lejos lejos... sentarme en un médano que de al mar, o al costadito de un arroyo, o en un muelle de madera en un lago, cerca de un fogón en el bosque o sobre los almohadones en el suelo y, en brazos de alguien, repetir bien bajito:
SALVAME!