Hace unos años atrás (más de diez diría yo) charlando en un retiro espiritual. Si, si leyeron bien: de esos en los que una madruga para rezar los "laudes", (a los cuales siempre llegaba tarde por quedarme dormida), o las "vísperas" de la tarde, (a las cuales también siempre llegaba tarde porque me dormía unas siestas mortales) y en los que no se podía hablar (cosa que nunca pero nunca pude llevar a cabo ya que pedirme eso era como exigirme que no levantara la ceja cuando algo no me gustaba!).
Pero volvamos, estaba yo charlando en un living pequeño repleto de libros, desparramados cada uno en su sillón, mate y cigarrillo de por medio, con mi amigo el cura al que todos conocían bajo el seudónimo del "Number", (si si tengo un amigo cura o un cura que es amigo, como más les guste y aunque tampoco lo crean a parte de ser shegua también soy creyente y fui una chica de parroquia).
La cosa es que yo debía estar muy mal, porque en un momento el gordo empezó a refregarse la cabeza como quien frota una lámpara esperando que un genio salte con respuestas mágicas y mirándome por encima de sus anteojos me dijo:
- Shegua vos tenes sueños?
- Pero claro que si! le respondí casi pegando un salto (cómo me iba a preguntar eso??, yo por aquel entonces tenía unos veinte años y vivía con más sueños que realidades tangentes, volaba por nubes mushidas de diversos colores y texturas o sea, si algo me sobraba eran sueños. Miles de ellos apelotonados en las carteras, sueños en las paredes de mi habitación, debajo de la almohada, en los placares, los cajones de mi escritorio apenas si podían cerrarse de tantos sueños, cientos de papeles se apilaban con sueños futuros escritos en hojas de renglones impecables)
- Perfecto, porque tenes que entender algo, no se pude transitar la vida sin sueños, quien pretende andar por ella sin soñar es un hombre o una mujer con el corazón muerto.... Así que dejate de joder, no vuelvas si no es para contarme que muchos de esos sueños que tenés se concretaron...
Creer o reventar, no volvimos a charlar con el gordo de "esa" manera. A el le asignaron otra Parroquía y cada vez que nos encontrábamos era en medio de un gentio... Todavía me debe un asado en su casa nueva.
El tema es que hoy mientras caminaba al trabajo, iba pensando en que si el gordo me hiciera la misma pregunta, en vez de saltar del sillón, me haría bichobolita para no responderle...
Hoy pasado mis treinta, tengo más certezas (muchas de ellas demasiado dolorsas) que sueños en los bolsillos... fui eliminándolos como quien tacha una lista de cosas que no podrá llevar en un viaje, muchos fueron robados, otros pisoteados, olvidados, descartados por inalcansables e imposibles, otros se fueron en busca de quien pueda realizarlos y otros simplente se perdieron en el tiempo.
Apenas unos pocos sobreviven guardados bajo custodia celosa: hay una niña de rulos, mirada de luz y nombre de cuidad, un niño que corre descalzo por el pasto y juega con un perro inquieto, (según mis amigas brujas estaría faltando otro pequeño de sonrisa generosa) una casa de fondo amplio con arboles frutales, una guitarra, noches estrelladas en compañia de un hombre que sabe mirar, algunos viajes en un auto con olor a nuevo...
Espero pronto encontrarme con el gordo y asado de por medio, poder decirle que no eh muerto, que mi corazón y yo seguimos transitando por la vida y que, a pesar de todo, sigo soñando.